Camiseta mojada…
Notaba su respiración encima de mí, casi podía confundirme y sentir que más que cerca, estaba dentro. Con su piel...
Yo también tuve mido al destete.
Y no pasa nada por tenerlo, está bien.
Quizás ese destete no estaba en tus planes, quizás no en ese momento o en esas circunstancias o quizás si, y el miedo asoma igual…
Asoma el miedo a fallar,
a no estar a la altura,
al desconsuelo…
miedo al llanto,
a que el corazón se te encoja,
miedo al trauma,
miedo a romper, a romperle a romperte…
miedo a no poder sostener el zarandeo de emociones…
Miedo a la culpa,
miedo a soltar,
a no tener recursos,
a dormir o a no dormir…
Miedo a no saber qué será del espacio que ocupaba nuestra lactancia…
Claro que tenemos miedo,
¿cómo no vamos a tenerlo?
El destete es un lugar desconocido…
La lactancia es una etapa vital,
un lazo maravilloso que tememos romper,
pero no…
las madres no rompemos lazos cuando destetamos. Y ésta afirmación es rotunda.
La lactancia es un baile magistral entre madre y bebé,
y el destete «solo» es un cambio de melodía.
Sentiremos otros ritmos, buscaremos nuevos espacios, escribiremos nuevas canciones…
aprenderemos otros pasos, pero nunca dejaremos de bailar con nuestros hijos/as.
El destete no es una ruptura, no es una pérdida…es crecimiento también, es un cambio desde la mirada, el vínculo, la empatía, la piel y el amor.
Tener miedo no es malo,
es natural, pero no dejes que apague la música, deja que fluya, acéptalo como parte del proceso y no dejes de bailar.
No te pierdas mis sesiones, cursos y planes de destete, no tienes que hacerlo sola 🙂
Artículos que no te dicen cómo ser madre perfecta, sino que te acompañan a ser madre humana.
Historias, experiencias reales, y recursos que te sostienen.
Porque cuando entiendes lo que pasa, dejas de sentir que todo te pasa por encima.
No necesitas que te digan “todo pasa”. Necesitas que te sostengan mientras pasa.
Nuestros acompañamientos no son para enseñarte a ser una madre perfecta. Son para escucharte, ayudarte a entender lo que estás viviendo y darte herramientas reales para hacerlo más llevadero.
Estás criando una vida. Mereces que también cuiden de la tuya.